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martes, 12 de abril de 2016

DESARROLLO


Desarrollo
El detonante de La primera guerra mundial, fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando.
Austria, quiso aprovechar la oportunidad para acabar con Serbia, en esta política la apoyó Alemania. Entonces, Rusia declaró la guerra a Austria, mientras Alemania lo hacía a Rusia y Francia.


El 3 de Agosto de 1914 era ya un hecho la primera guerra mundial, el conflicto militar que comenzó con un enfrentamiento localizado en el imperio Austro-Húngaro y Serbia el 28 de julio de 1914 se transformó en un enfrentamiento armado a escala europea, cuando la declaracion declaracion de guerra Austro-Húngara se extendió a Rusia el 1 de Agosto de 1914, finalmente pasó a ser una guerra mundial en la cual participaron 32 naciones, 28 de ellas denominadas aliadas o potencias asociadas; entre esas aliadas surgieron : La Triple Alianza conformada por las potencias centrales(Alemania, Austria-Hungría e Italia) y La Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia).




Viena que consideraba con resentimiento el engrandecimiento de Serbia, se apresuró a culparla del magnicidio y exigió satisfacciones como preámbulo de su declaración de guerra el 28 de julio.
Rusia erigida en campeona de los países eslavos frente a Austria proclamó la movilización general, mientras Alemania que había dado seguridad a su aliada para una ayuda total en caso de conflicto con Rusia, envió un ultimátum a este país y otro a Francia como advertencia y más tarde la declaración de guerra a ambos países.
Por su parte Inglaterra que vacilaba en comprometerse con sus aliados, reaccionó al exigir Alemania a Bélgica para el paso libre para sus tropas.
Los alemanes contaban con deshacerse enseguida de Francia y dirigir luego sus golpes contra Rusia. Su confianza se basaba en el plan Schlieffen para rodear el poderoso sistema francés de fortificaciones; sin embargo, el plan fracasó los frentes llegaron a estabilizarse y las trincheras se extendieron de la frontera suiza, hasta el canal de la mancha.
Entre tanto en el otro extremo de Europa se iba despejando la incógnita. A despecho de la pérdida de Galitzia por los austriacos del revés alemán en Gumbinnen (agosto 1914) y del avance ruso por Prusia Oriental, Hindenburg y su jefe de estado mayor, Erich Ludendorff, lograron aplastar a las fuerzas del zar en Tannenberg.


El 28 de julio, los austro-húngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión de Serbia. 20 Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica, que se había declarado neutral, y Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la soberanía belga llevó al Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes fueron detenidos por los franceses a pocos kilómetros de París, iniciándose una guerra de desgaste en las que las líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta 1917. Este frente es conocido como Frente Occidental. En el Frente Oriental, el ejército ruso logró algunas victorias frente a los austro-húngaros, pero fueron detenidos por los alemanes en su intento de invadir Prusia Oriental.
En noviembre de 1914, el Imperio Otomano entró en la guerra, lo que significó la apertura de distintos frentes en el Cáucaso,Mesopotamia y el Sinaí. Italia y Bulgaria se unieron a la guerra en 1915, Rumania en 1916 y Estados Unidos en 1917
 A Partir de 1917 se hizo más frecuente el uso de los aviones en el frente francés. Los alemanes también lograron realizar varios ataques efectivos sobre Londres. Los ingleses desarrollaron rápidamente sus defensas aéreas y detuvieron dichos ataques, París fue asimismo víctima de numerosas ofensivas aéreas, pero no produjeron resultados de carácter militar; Más adelante se comenzaron a emplear los aviones para destruir los centros industriales, y en esto la ofensiva aérea constituye a un factor de importancia. Inglaterra casi al final de la guerra contaba ya con un buen cuerpo de aviación que bombardeó muchas ciudades alemanas. Esto desmoralizo a la población y preparó la opinión pública para restar apoyo al Kaiser.
El equilibrio militar de finales de 1916 y la imposibilidad de dar fin a la guerra a corto plazo puso en dificultad a los beligerantes. Tropas y retaguardia fueron presa de una creciente desmoralización.
Durante 1917 se desencadenaron protestas de soldados y mandos que se transformaron en auténticos motines que fueron duramente reprimidos. La unidad política se quebró en el seno de cada una de las potencias e innumerables voces clamaron contra la guerra, exigiendo una paz negociada. Surgieron iniciativas de paz como la de Wilson, presidente de los Estados Unidos o la del papa Benedicto XV, pero finalmente se impusieron las tesis de los partidarios de continuar la guerra.
En Francia la especial dureza de los combates en las trincheras, unida a la escasez de víveres, provocaron huelgas en la industria metalúrgica y la sucesión de una serie de motines, primavera de 1917 que fueron frenados mediante numerosos fusilamientos, El general Nivelle fue sustituido por el mariscal Pétain quien logró restaurar la disciplina militar. El gobierno fue asumido por Georges Clemenceau
En gran Bretaña los laboristas se alejaron del gobierno al tiempo que se sucedían numerosas huelgas. Se hizo cargo del ejecutivo David Lloyd Georges, partidario de proseguir la guerra y promotor de una serie de medidas que lograron incrementar la eficacia del ejército.
En Alemania se libraron enconadas luchas políticas entre los partidarios de continuar la lucha y los que propugnaban su fin. A la postre se impusieron los primeros, significados por Hindergurg y Ludendorff, generales del Estado mayor.
Los más moderados, representados por el canciller Bethann-Hollweg, estaban decididos a limitar la lucha submarina al considerar que incrementaba el riesgo de una intervención militar norteamericana.
Los submarinos alemanes habían declarado la guerra total tanto contra los buques de países beligerantes, como los neutrales.
En Austria-Hungría el ejército que combatía en varios frentes comenzó a dar signos de desplome, A ello se unió la escasez de abastecimientos en las ciudades.
Los descontentos crecieron y se transformaron en reivindicaciones nacionalistas, de modo que húngaros, checos y polacos empezaron a demandar su independencia del Imperio.
En Italia, a la que los austro-húngaros habían infligido severas derrotas, es encontraba en una delicada situación y reclamaba la ayuda del mando aliado, que envió varias divisiones franco-británicas para evitar su derrumbe militar.
En el Imperio Turco, tras una serie de reveses que hicieron perder Palestina y Mesopotamia a manos británicas, la situación se tornó
insostenible.
Rusia constituyó sin duda el escenario más convulso de esta etapa. Presa de un fuerte descontento motivado por la escasez de víveres y los
continuos descalabros militares, sufrió diversos motines que finalmente desembocaron en la Revolución de febrero de 1917. El Zar Nicolás II se vio obligado a abdicar y se formó un gobierno provisional de corte occidental liderado por Kerenski, que en contra de la mayoría de los
rusos decidió proseguir la lucha.
Meses más tarde, en octubre del año 1917, un golpe de estado acabó con el gobierno burgués de Kerensky y aupó al poder a los comunistas de Lenin. Éste entabló conversaciones con las potencias centrales con elfin de poner término a la guerra en el frente oriental, hecho que se materializó finalmente con la firma del Tratado de Brest-Litovsk en marzo del año 1918. Por él se imponía a Rusia la perdida de extensos territorios, Estonia,
Letonia, Lituania, Finlandia, etc.
El abandono ruso significó un giro radical en el conflicto: el frente oriental quedaba libre de contiendas y ello permitió a las potencias centrales concentrar la totalidad de sus ejércitos en el frente occidental.
Sin embargo, la entrada en guerra de Estados Unidos (también lo hizo Grecia) en la primavera de 1917 alteró radicalmente las expectativas de alemanes y Austro-húngaros: supuso la apertura de un nuevo frente en los Balcanes pero, ante todo, la irrupción de una potencia extraordinaria que con su formidable peso económico, demográfico y militar, inclinó la balanza definitivamente del lado de los aliados.
Las razones que llevaron al estadounidense a intervenir en la guerra se debieron en parte a la agresiva ofensiva en la mar desarrollada por los
germanos. Las tesis belicistas se habían logrado imponer a las más moderadas y Alemania había declarado una guerra submarina total.
El torpedeamiento del carguero estadounidense Vigilantia en marzo de 1917 tuvo una enorme repercusión en la prensa estadounidense, influyó en el cambio de actitud de la opinión pública, hasta entonces remisa a entrar en acción en la guerra. También influyó en esa decisión la interceptación por los servicios de espionaje británicos del llamado “Telegrama de Zimmermann” por el que Alemania daba instrucciones a su embajador en México para que intentase incorporar a este país en la contienda en contra de los Estados Unidos.
El 2 de abril de 1917 el presidente Wilson (Estados Unidos) declaró la guerra a Alemania.





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